Los ácaros se encuentran en lugares donde haya forraje adecuado, buena temperatura y una humedad un poco elevada (50 – 80 %).
La piel de todos los humanos produce suficiente caspa, como para criar miles de ácaros durante varias generaciones.
Por esta razón, se encuentran más ácaros en los dormitorios, especialmente en la ropa de cama, los colchones y los somieres.
Viven dentro del colchón y del somier dónde se multiplican produciendo huevos y criando. Otro ambiente favorable para vivir es en la alfombra del dormitorio.
Buenos consejos en caso de alergia a los ácaros
Evitar el uso de productos químicos para deshacerse con los ácaros.
Cambiar sábanas, fundas y otra ropa de cama cada semana.
Airear abundantemente. La temperatura ambiental del dormitorio debería quedarse por debajo los 18º C.
Evitar los almacenes de polvo como peluches, estantería abierta, alfombras y semejantes.
Se recomienda dejar la cama unas horas sin ordenar/cubrir para airearla y asimismo eliminar la humedad en el colchón y en la ropa de cama.
No utilizar estufas con ventiladores (o semejantes) que arremolinan polvo y contribuyen en difundir el polvo en el aire.